Ahora que la tristeza me abruma,
mis lamentos llegan hasta el cielo,
en este instante deseo evadirme
para salir del hastío que hay en mí.

Lo que más ansío en este momento
es moldear nuestros cuerpos en uno,
para saturar esta pasión que nos roe
y nos impacienta a pasos galopantes.

Al sentir tu pecho rozando mi piel
sólo veo sombras; pienso si eres tú
el que se está acercando a mi lecho.
Quedan en sensaciones imaginarias.

Tanto anhelo tenerte cerca de mí;
que te presiento por todas partes;
hasta escucho tus cálidas palabras
diciendo que me amas como a nadie.

Sé que te cuesta mucho vivir sin mí;
por eso vuelo presurosa por tu espacio
para llegar lo más próximo que pueda
y poder permanecer extasiada junto a ti.

Uniremos nuestras vidas para siempre
y se calmarán estas ansias que tenemos.
Tu sacrificio y caricias me harán olvidar
la distancia exagerada que nos separa.