Cuando los cuerpos se desean con ardor
las llamaradas avanzan precipitadas;
y es imposible contener el fuego
al introducirse en el mismo sentimiento.

El amor germina con más consistencia
y aumentan las ansias de pertenecerse.
Las almas quedan para siempre juntas
al descubrir el sentido de la vida.

Ellas tienen motivos que la razón ignora.
Lo que sienten no se podrá extinguir
porque lo atesoran en sus corazones;
ni morirá lo que nunca deja de despuntar.

La noche se desploma, y entra en su enigma,
y continúan cortejándose en silencio.
Llega la mañana y siguen estando unidas:
saben apasionarse sin hacer uso de la palabra.

Se frecuentan aunque existan aislamientos.
No pueden olvidar cuánto se emocionan;
quieren disfrutar los instantes sustanciales,
que desde tiempo se los está regalando el amor.