¡Con qué afán yo sería
sombra de tu cuerpo!
Pararía horas y minutos
para retener el tiempo.
Mientras reinara
la mudez del silencio,
toda las noches estaría
velando tu plácido sueño.
Cuando despuntara el alba
seguiría estando a tu lado.
Cada segundo del día
permanecería pegada a tu cuerpo.
Aunque la muerte llegara
de pronto vencerme,
sólo una sustancia habría
siguiendo tus huellas.
Una mancha invisible
por siempre sería,
¡mi Sombra y tu Cuerpo!