Mi corazón se apresura
si tengo cerca tu aliento.
Tú eres el mar en calma
que me cubre en la arena.
Cuando avanza la marea
me tapa tu blanca espuma.
Varias gaviotas juguetean
y se quedan sorprendidas.
Una contempla tu belleza,
tan dificultosa de asemejar.
El verdor de tus esmeraldas
se ven en las serenas aguas.
Vuelves a cubrir mi cuerpo
con la ternura que lo haces.
Me sobresaltan tus caricias
pues todavía no te esperaba.
El gran manto negro resalta
al ver las brillantes estrellas.
La Luna siempre nos observa
vive esa alegría desmesurada.
Será la grandeza de este amor
que nos sustenta de pasiones.
Lo que sentimos nos rebosa
por eso son tan desenfrenadas.