El sustento del amor
Los años no barren el sueño, la ilusión de quien permitió brotara en su alma la llama amorosa. Si la luz inicial quedó protegida en la sombra y el silencio, con el primer soplo imprevisto de viento a favor vuelve a librarse. “Cuando el río del amor fluye no hay nada que lo detenga. La hoguera sigue inflamada, ni el agua puede exterminarla”, dice el poeta, en este caso la poeta, el ser, la mujer que hay detrás de ‘Vuelo de pensamientos‘ (Editorial Azarbe, Murcia 2009).
Nacimos por y para el amor. Y aunque una vida en apariencia transcurra sin él, el Amor con mayúscula, soterrado, a la puerta, soñado, anhelado, siempre está, acechante y acechado, en nuestras vidas. El correspondido, y el que parece no ser correspondido. Pero, ¿qué amor, de una forma u otra, no es correspondido?, como nos decía Whitman. Sor Juana Inés de la Cruz, la gran y enigmática monja poeta del barroco mejicano, daba “prisión de fantasía” al amante esquivo, William Blake escribió: “Todos somos mendigos a las puertas del amor“.
Amelia Moncada Georgiades es una mujer que, tras aparente normalidad y vida sencilla, tranquila (ya lejos de avatares múltiples y trágicos), renace con energía en sus ilusiones. No por su normalidad (menuda figura proporcional, ama de casa solitaria, internauta entusiasta, incansable andarina) deja Amelia de resultar peculiar, pues ella reúne en su personalidad características notables: bondad y rebeldía (piedad por todo lo vivo, oposición a cualquier intento de opresión e injusticia). Amelia no es una formalista, en nada, que le anima a la polémica cualquier conversación de corte literario, político, religioso o social. Su inteligencia no pudo encauzar, por motivos diversos, en una vocación, el periodismo, frustrada sólo en parte. Con una gracia inimitable, que comunica el chispeante fulgor de la llama de sus ojos azules, nos recuerda que su otra vocación, tampoco totalmente frustrada, fue siempre la de detective.
La historia personal de Amelia Moncada Georgiades tiene mucho de trama de película o novela de intriga, y sobre ella se prepara, dispuesta a descubrir tesoros escondidos que nos llevarán a la comunidad griega de Estambul, en las primeras décadas del siglo XX, hasta el mundo de las empresas navieras de la Cartagena de la postguerra. Hace años, ella comenzó a desvelar el misterio cernido sobre unas tumbas olvidadas en relación con su pasado.
Con varios libros poéticos y de relato, inéditos todavía, Amelia Moncada Georgiades, ha querido que sea ‘Vuelo de pensamientos‘ su primera entrega. En los poemas que forman el libro está la historia interior de la autora, la vida sentida e íntima de la ilusión que, entre las otras vidas de Amelia (‘Las vidas de Amelia’ fue el título de mi prólogo al poemario), impregna de luz futura la longitud del camino, acompañado con una oración: “Que el amor sea el sustento de cada día…” (pág. 96).
El Museo Ramón Gaya será el lugar de la presentación de ‘Vuelo de pensamientos‘ (el 10 de junio próximo, a las 20.00 horas). Su autora estará acompañada de sus muchos amigos y de todos aquellos que deseen oír buena y verdadera poesía.
Soren Peñalver