Ahora que la amargura apresa mi corazón
y me estremece pensar no tener tu querer,
vivo en esta desesperación continuamente
que va minándome por dentro en silencio.

Te prendería para permanecer cerca de ti
y no apartarme un instante de tu presencia.
Ya que estamos contiguos, empápate de mí
y separa de una vez esa apática desilusión.

Plásmame de la forma que sea, hazme tuya
de la mejor manera que tú puedas realizarlo.
Forja en tu mente las atracciones que desees;
verás cómo se cumplen tus ilusiones y ansias.

Aférrate a esa visión de pasiones que esperas;
si las imaginas estoy segura de que las tendrás.
Pero antes satúrame primero con tus fantasías
para que sean recíprocas nuestras pretensiones.

Sílvale al viento y dile que me necesitas pronto,
y aglomera estos besos que te mando por el aire.
Te sentirás alucinado por amarte como te quiero.
No escondas tus sentimientos, déjalos que hablen.

Mormúrame bajito al oído que me vas buscando
por los océanos y puertos del mundo, día y noche;
que no anclarás hasta verme para afianzarte a mí.
Si me hallas, te demostraré este amor tan especial.