Los amores nunca nacen en tragedias,
siempre germinan de los sentimientos.
Al ser un verídico y desenfrenado amor,
no pudimos impedir que nos sucediera.
¡Cómo que tú me quieres más que yo!
Pienso que cometes una equivocación.
No hay nada que confesar ni perdonar.
Estamos los dos definitivamente libres.
Qué importa que los demás imaginen,
si tú tienes también la misma libertad
de ampliar al límite lo que te apetezca.
¡Desde cuándo quererse está prohibido!
Ha brotado esta desenfrenada pasión
y mi único anhelo es tenerte junto a mí.
No sé si lograré describir con palabras
lo mucho que te amo; lo diré en versos.
Este desasosiego infernal no termina
hasta que no te encuentres conmigo.
Quiero gritarle al mundo que eres mío,
y que me perteneces en cuerpo y alma.
Existen dos seres en sitios diferentes
que se desesperan si no están cercanos.
Déjame amarte como antes yo lo hacia
y olvida ya la distancia y seamos felices.